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"Mi vocación es ser misionero": León XIV es el nuevo papa

Publicado el 08 Mayo 2025 @ 14:06 por Bárbara Rojas Jéldrez
Editado el 08 Mayo 2025 @ 14:06 por Bárbara Rojas Jéldrez

Con 69 años, es miembro de la orden de San Agustín, fue obispo en Chiclayo en el Perú, y luego administrador apostólico en Callao. También presidió la Comisión pontificia para América Latina.

Antes del mediodía en nuestro país, y ya entrada la tarde en Roma, desde la Capilla Sixtina salió el tan ansiado humo blanco, con una rapidez imprevista hasta en los más positivos análisis.

Tras lo que podría sentirse como una jornada de encierro y cinco votaciones, el nuevo papa fue elegido con 89 votos. Fue el cardenal Dominique Mamberti quien reveló el nombre del nuevo líder de la iglesia católica, y el nombre con el cual llevará su papado.

León XIV es el nuevo santo padre, quien se llevó los votos necesarios tras dos días de votaciones. El estadounidense Robert Francis Prevost marca hoy su inicio como el ducentésimo sexagésimo séptimo (267) papa católico. 

Con un temple sencillo, que no ocultaba el nerviosismo que indudablemente debe sentirse al adquirir una responsabilidad como esta, el papa León XIV se presentó ante el mundo agradeciendo a Francisco I, invitando a rezar un Ave María en compañía de todos los fieles presentes en la plaza de San Pedro y dedicando un momento, en un perfecto español por cierto, a saludar a Perú.

“Mi vocación es ser misionero” 

Robert Prevost, cardenal estadounidense nacido en 1955 en Chicago, rompió con una de las predicciones que se barajaban, cuando se señalaba que era posible que se eligiese a un papa de un continente distinto al americano. Sin embargo, hoy el mundo ve surgir al primer papa estadounidense en la historia de la iglesia católica. 

Aunque él más bien se considera chicaguense y latino, pues ha trabajado de cerca con Perú por cuarenta años. 

Con 69 años, es miembro de la orden de San Agustín, fue obispo en Chiclayo en el Perú, y luego administrador apostólico en Callao. En Roma, se desempeñó como prefecto del dicasterio para los obispos, responsable de evaluar y proponer candidatos para el episcopado global. También presidió la Comisión pontificia para América Latina.

Este perfil latino podría haber sido clave para su elección, dada la tradicional resistencia a elegir un papa de Estados Unidos. Prevost, desde hoy León XIV, ha dicho que su “vocación es ser misionero”. Según analistas del Vaticano, es un líder tranquilo, claro y no autoritario, lo que refuerza su perfil como una figura de consenso para una iglesia global.

El liderazgo de la iglesia católica es asumido en un momento histórico y simbólico, el nuevo pontífice hereda una iglesia moldeada por el papa Francisco, quien cambió el foco pastoral hacia los más vulnerables y alejó a la institución de debates doctrinales sobre sexualidad, género y moral sexual. Esa línea pastoral, profundamente social y a veces políticamente incómoda, generó admiración en muchos sectores, pero también tensiones internas.

León XIV deberá decidir si continuar esa ruta reformista o reequilibrar la iglesia hacia posiciones más conservadoras. El equilibrio no será fácil: deberá lidiar con una base católica global dividida, una agenda internacional inestable, el crecimiento de regímenes autoritarios y conflictos como los de Ucrania y Medio Oriente.

Además, enfrenta la herida abierta de los abusos sexuales dentro de la iglesia, un escándalo que su predecesor no logró cerrar del todo. La presión para implementar reformas reales, efectivas y transparentes será inmensa.

La figura del nuevo papa no sólo tendrá impacto espiritual: también jugará un papel central en la diplomacia internacional, los debates éticos globales y el rumbo de millones de católicos. León XIV comienza su pontificado con una pregunta inevitable:
¿podrá liderar con claridad y compasión en tiempos tan inciertos?

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